Si todavía no te has mudado y necesitas acondicionar tu hogar para habitarlo, la solución está en una tienda de pinturas. En ella encontrarás el asesoramiento necesario así como todo los instrumentos para pintar.
En muchas ocasiones, las viviendas de primera mano viene sin imprimación, por lo que debéis darles a las paredes y al techo una generosa capa de esta solución. Algunos profesionales recomiendan añadir un tarro de cola para fijar mejor el producto a la superficie.
A continuación, debéis elegir el color y la calidad de la pintura con la que queráis decorar las habitaciones. Está de moda pintar tan sólo una pared de la instancia, sobre todo si tenemos la posibilidad de dar sensación de ahogo con un tono que resulte demasiado oscuro para la iluminación y tamaño de la habitación. De esta forma, si no estamos dispuestos a renunciar al color, pordremos pintar la pared del cabecero de la cama, una columna del pasillo, o medio salón. Toda una elección personal.
La técnica más usada para dar la mayor sensación de amplitud a las habitaciones, consiste en pintar las paredes en color crema muy claro y el techo en blanco. Podéis ver esta combinación en muchísimas habitaciones de hoteles ya que es un recurso muy empleado desde hace años aunque sigue estando presente en la decoración actual. Quizá se haya sustituido con el tiempo, ese color crema o natilla por un beig o color hueso, considerados colores más actuales. Pero ya sabéis, sobre gustos de colores...
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